12 de noviembre de 2010

Resumen de la Peregrinación

     La salida de la combi el viernes a la madrugada, rumbo a Rawson, y las oraciones del viaje marcaron el inicio de esta pequeña empresa que comenzaba, de unos pocos: 4 peregrinos y los encargados de logística. Luego de finalizada la Santa Misa, donde ofrecían los peregrinos sus intenciones particulares y especialmente las de la peregrinación (la salvación de las almas mediante la restauración de un orden cristiano en la Argentina y mediante la recuperación de la milenaria tradición de Nuestra Madre Iglesia, sobre todo en cuanto al Sacrificio del Altar) fueron benditos la cruz, la bandera del sagrado corazón y los escapularios que cada peregrino portaba.  Fue así que comenzó la primera etapa de 30 km a través de la pampa argentina.
       Los peregrinos van rezando (los 4 rosarios, cantados o meditados, y otras oraciones), entonando cantos de marcha y cánticos a la Virgen. Llevan una carpeta con meditaciones que van leyendo durante el camino, unas 4 o 5 por día. Estas son sobre virtudes, vidas de santos u otras cuestiones de piedad así como sobre temas de la Cristiandad para que se despierte en ellos la conversión y el espíritu de reinstauración de nuestra querida patria en Cristo.
       Nunca falta el momento para unos buenos mates y buenas charlas entre amigos, fortaleciendo la amistad y el compañerismo. Almuerzan en el camino llevando cada uno sus provisiones en la mochila.
       Llegan los peregrinos para el Angelus al pueblo de Rivas, donde pasarán la noche en casa de unos amigos, que los esperan con una carbonada y por ser pocos descansarán en camas. Esa noche llegan en tren al pueblo los refuerzos que engrosarán las filas, aquellos que por trabajo y estudio no podían tomarse el viernes. De ahí que el año que viene lo haremos un fin de semana largo. El sábado amanece soleado y el padre Alejandro y los frailes (Siervos Reparadores del Corazón Eucarísitco de Jesús) han venido desde Rawson para celebrar la Santa Misa a las 8am. Los peregrinos aprovechan la ocasión para confesarse, y así llegar más santos a los pies de María.


 
Elevación del Caliz con la Sangre de Cristo.

Luego de un buen desayuno, se reanuda la marcha para otros 30 kilómetros, esta vez siendo mayor número y llevando una bandera más, la papal, y un estandarte previamente bendecido.

     El mayor número de voces alegran los cantos y dan un alivio a las piernas cansadas donde ya comienzan a doler ciertos músculos desconocidos y aparecen las apoyas en las plantas de los pies. De todos modos está todo organizado, hay cinta adhesiva entre otras cosas...

   Se marcha, reza, canta y ofrece como el día anterior. Todo para gloria de Dios. Se encuentra allí un ambiente de servicio, a ayudar al que está más cansado, a remplazar al que lleva la bandera o la cruz. Los peregrinos charlan, se ríen y cuentan chistes, anécdotas en un clima de alegría. El librito de peregrinación que compaginó el grupo de logística, contiene cantos y oraciones y sirve mucho para los que no conocen las letras.
    Llegan ya de noche a la ciudad de Mercedes y se dirigen al Campo Municipal, donde los espera el equipo logísitco de gran tarea y desempeño con las carpas armadas y un cordero dorándose a las brasas. Amigos mercedinos se suman al fogón, que pretendió adornar alguna guitarra y unos aires de chacareras, pero que gano el cansancio. Rezan un rosario que faltó rezar en camino todos juntos y se van a dormir.

El domingo vuelven a sumarse refuerzos, cada vez mejores. Este es un día largo, porque hay que llegar temprano a Luján. Además ya se siente el cansancio... ¡pero se sabe que se llega! Los campos que se atraviesan a la mañana son muy lindos, manadas y trapillas se acercan curiosos de las banderas que flamean al viento. Siempre el equipo técnico está dispuesto a venir a socorrer algún peregrino que debe aceptar el cansancio de sus piernas.


      Cuando uno se acerca a Luján crece el movimiento de autos y de gente, y el joven peregrino con sus banderas y sus cantos lleva el mensaje del Evangelio a la sociedad, dando así un apostolado y manifestación pública de la Fe. Pasando villa Flandria se ven por primera vez las flechas de la Basílica. Que alegría!!! ahí mismo los peregrinos hacen una reverencia y entonan la Salve. Sin embargo se ve chiquitita todavía... pero no desesperéis que ya llegamos!!!
    
    Ya en la ciudad de Luján, seguidos por los miles de ojos de otros peregrinos y turistas, la pequeña columna no deja de cantar y entonar, letanías, cantos oraciones, gritos de júbilo y alegría. Ese día hacía calor y el agua que traía el equipo logístico fue preciosa. 




Y, ¡por fin! ¡hemos llegado! Nos sacamos una foto, pero lo primero que queremos hacer es ir a contemplar y cantar un rato a los pies de nuestra Madre. Que mejor que una salve, a muchas voces, que logra por lo menos por un rato hacer callar al turista irrespetuoso que se la pasa hablando en el templo.


Finalmente llega el momento de la Santa Misa. Nuestra Señora de la Cristiandad estamos convencidos que esto es un día histórico. Se abre una gran puerta desde allí, que trataremos se repita todos los años, y más aún. Somos nosotros, los laicos que conocemos y amamos la Misa tridentina, que tenemos que buscar reinstaurarla en los altares. Somos el instrumento para ello.

La misa es oficiada por Mons Baseotto, siendo el maestro de ceremonia un religioso de la Comunidad de San Juan. Es una Misa de Angelis, que el coro del Sedes Sapiente le da una belleza particular. En la Basílica faltan algunas cosas como las sacras y demás ornamentos que tendremos en cuenta la próxima vez. Son como 80 o 100 fieles allí reunidos. Mientras tanto hay curas confesando.

Oraciones al pie del altar
Todos cansados pero alegres, por las gracias recibidas, van dejando despacio la explanada de la Basílica que ya cubre un poncho de oscura noche.


Esto se repetirá y será mejor aún porque la Virgen de Luján lo ha querido y lo ha hecho a su medida. Nosotros somos simples instrumentos que con nuestros medios nunca lo hubiéramos logrado. Ella intercedió por las oraciones y suplicas realizadas y porque lo ha querido.
Que en esta foto, al lado de la bandera y de la cruz, estés vos, tus hijos, tus parientes, tus amigos el año que viene. Que se unan a este medio de dar gloria a Dios todos los curas, las congregaciones e institutos religiosos.

3 comentarios:

  1. ¡Excelente! Me alegra mucho esta noticia. Quiera Dios que por la intercesión de la Virgen del Luján dé muchos frutos para nuestra amada Argentina.

    ResponderEliminar
  2. La verdad que fue algo magnífico. Esperamos que el año que viene seamos muchos más. Que vengan de La plata, de Junin, de Cordoba, de Mar del Plata, de Mendoza, de Tucumán, etc... cada uno con su capítulo. Los esperamos!!!

    Además el año que viene la Misa será seguramente en el altar mayor. En la Cripta no entraremos.

    ResponderEliminar